Érase una vez, una familia, cuyo recuerdo retrocede hasta hace unos 49 años, en plena euforia franquista, familia trabajadora pero con delirios de clase media, a base de trabajar horas y horas.
Recuerdo mi primera profesora, una monja dominica llamada sor teresa, muy amable y dulce y por la cual llore el DIA que fue trasladada a otro lugar.
Fui uno de los pocos niños privilegiados respecto de la educación recibida ya que mi primer año me lo impartió una monja y los siguientes hasta los 10 años de edad un profesor diferente cada curso.
En aquellos años los colegios eran un aula para todas las edades y un solo profesor, eso si un aula para niños y otra para niñas, a no ser que fueras a un colegio privado que era muy costoso.
La empresa en la que trabajaba mi padre, tenía una serie de prebendas sociales que ya hoy no existen porque los sindicatos y los obreros hemos preferido en los convenios conseguir dinero a costa de perder esas prebendas.
Esta empresa tenía un colegio para niñas en el cual cada curso tenía su aula y su monja y un colegio para niños en el cual cada curso tenía un profesor y un aula.
Tenia cine, polideportivo, casino, economato, iglesia, etc.……
Todo gratis, incluso viviendas para los obreros con una renta mínima .El poblado se llamaba, bueno los poblados porque fueron más de un grupo de viviendas las que se fueron haciendo a lo largo del tiempo y aun hoy, ya privatizadas, existen.
Recuerdo las misas todos los domingos y los rosarios y celebraciones durante todo el año.
Había varias celebraciones especiales durante el año, una en mayo, el mes de las flores a Maria, como no la semana santa con sus velos morados tapando las imágenes, sus cofrades y su procesión y como no algo que nunca olvidare, al padre Gonzalo lavándonos los pies a doce niños cada año, normalmente a los que iban a hacer la comunión aquel año.
Lo que jamás olvidare es el olor del primer DIA de clase, cuando te daban los libros nuevos, privilegio de muy pocos, y gratis, un olor que se ha grabado en mi cerebro y jamás olvidare y que es difícil volver a sentir en estos días porque ya el papel que se utiliza para los libros es muy diferente.